A la hora de mejorar nuestro progreso en nuestros estudios musicales podemos utilizar diferentes estrategias. Una de ellas, que me ha dado muy buenos resultados a lo largo de los años, la he llamado la técnica de las micrometas. Se trata sencillamente de fijarnos un objetivo a muy corto plazo y que estemos bastante seguros de conseguir. Esto tiene varias ventajas que veremos a continuación.
Para esta sesión del curso de verano de la Escuela de Música he utilizado un podcast que publiqué hace tiempo, y en el cual comento con más detenimiento este aspecto del aprendizaje musical. No he realizado una conexión en directo porque en este momento no dispongo de una buena conexión a Internet. Puedes dejar tus preguntas o comentarios en el vídeo de YouTube. Recuerda suscribirte al canal si no lo has hecho ya y activar las notificaciones mediante la campanita.
Más abajo te dejo unas tareas para que puedas aplicar está técnica en tu día a día.
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Qué son las micrometas.
Una meta es un objetivo qué queremos alcanzar, un lugar o situación a la que queremos llegar. El prefijo micro viene del griego y quiere decir “ pequeña”. Es decir que se trata de un objetivo pequeño, de hecho muy pequeño, el cual vamos a intentar conseguir en un plazo de tiempo corto. Normalmente esto será durante la sesión que estemos realizando en ese momento. Si necesitamos varias sesiones para llegar a él ya no es tan pequeño, y no se correspondería con esta estrategia.
Características de las micrometas.
En primer lugar tiene que ser un objetivo muy concreto. Es una buena idea que lo pongamos por escrito, ya que en este caso aparece claramente si es o no es una buena idea o un objetivo adecuado. Puede ser por ejemplo:
- Voy a aprender el acorde de la menor
- Voy a estudiar y practicar los dos primeros compases de esta melodía
- Voy a practicar las notas largas en el saxo durante 5 minutos
En segundo lugar tenemos que fijarnos un plazo corto de tiempo. Por ejemplo 5 o 10 minutos. Con el tiempo veremos que algunas metas no se pueden conseguir en un plazo tan corto. Por lo tanto tendremos que ir probando con diferentes objetivos.
Además de esto tenemos que afianzar esta meta repasándola y practicándola en sucesivas sesiones. Asimismo tomaremos nota por escrito de todos los objetivos que vayamos alcanzando. De esta forma nos será más fácil repasarlos más adelante.
Beneficios de las micrometas.
Está estrategia nos permitirá avanzar en el conocimiento de la música de forma constante y progresiva y casi sin darnos cuenta. Esto es debido a que estamos dividiendo un esfuerzo grande en pequeñas etapas mucho más fáciles de realizar. Llevar una gran cantidad de piedras de un sitio a otro es una tarea ardua, pero si llevamos las piedras de una en una va a ser mucho más fácil. Aunque eso sí tardaremos mucho más tiempo. Pero como no tenemos prisa ese factor no tiene importancia. Recuerda que aprender música con prisas es una muy mala idea.
Por otro lado, el conseguir una meta, por pequeña que ésta sea, tiene beneficios psicológicos. Sentimos que tenemos ese proceso bajo nuestro control y vemos que vamos avanzando. Con ellos sin tenemos mucho más seguridad en nosotros mismos.
Otro beneficio psicológico sería una sensación de placer o de satisfacción generada por nuestro cerebro. Conseguir determinadas metas hace que nuestro cuerpo segregue unas sustancias químicas llamadas endorfinas, qué son responsables de este efecto placentero. Esto hará que nuestro deseo será seguir repitiendo el mismo proceso.
Finalmente no solo conseguiremos buenos resultados que se irán agregando unos a otros, sino que además vamos a afianzar el hábito de estudiar y progresar. El hábito, como ya comenté anteriormente, es una de las herramientas más eficaces que tenemos para aprender música o cualquier otra materia.
Tareas de la sesión.
Haremos una lista de las micrometas que queremos alcanzar en las sesiones de esta semana.
En cada sesión tomaremos nota de cómo nos ha ido en la consecución del objetivo.
Podemos establecer un calendario basado en micro metas. Si no las alcanzamos podemos cambiar nuestro criterio para hacerlas más asequibles. Por el contrario si las vemos demasiado fáciles intentaremos elevar el nivel de dificultad pero no demasiado.
Con el tiempo nos fijaremos una meta más difícil que podemos subdividir en micrometas. Por ejemplo estudiar una pieza de 32 compases dividiéndola en segmentos de 2 compases.